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Dora Ottati

La experiencia vivida por Dora Ottati, con un cáncer de mama en estadio III, la llevó de la desolación a la gratitud.

Cuando se detectó un tumor en la mama izquierda, su esposo estaba más preocupado que ella; pero después de una mamografía y una biopsia, eso cambió. Padecía un cáncer de gran malignidad.

"Estaba desolada. Pensé que era el fin de mi vida. Cuando el médico me dijo que el diagnóstico no era una sentencia de muerte, me sentí un poco mejor".

Dora se aferró al versículo de la Biblia que dice: "Puedo hacer todas las cosas a través de Cristo, que me fortalece".

En Lyndon B. Johnson Hospital, Dora se sometió a exámenes "de los pies a la cabeza". Los exámenes confirmaron que el cáncer se encontraba en la mama izquierda y en los ganglios linfáticos.

"Cuando llegué a LBJ, me sentí mejor", recuerda Dora. "Había alguien que me estaba cuidando. Me encanta ese servicio del hospital. Me trataron con amor y sonrisas. Yo formaba parte de un equipo médico... un gran equipo".

Dora debió someterse a quimioterapia durante cinco meses y le hicieron una mastectomía de la mama izquierda. Además, le realizaron radioterapia durante un mes en Smith Clinic. Le encantaron los dos lugares.

"Cuando terminé la quimioterapia, lloré porque no volvería a ver al personal. Me trataron como si fuera de la familia. Mi médico era sensacional. También me encanta ir a Smith Clinic. Cuando una persona está enferma, especialmente de cáncer, necesita abrazos y amor y escuchar que todo va a estar bien. Yo recibí todo eso. En Smith y en LBJ, olvidaba que tenía cáncer".

Dora incorporó muchos cambios en su estilo de vida. No consume carne roja, bebe té verde y agua y come más frutas y vegetales. Adora estar al aire libre y sale a caminar tres veces por semana. Reza a menudo.

El consejo que les da a las demás personas que padecen cáncer es el siguiente: "Tengan fe. Busquen amigos que los alienten y estén dispuestos a ayudar. Déjenlos ayudar. Sigan las recomendaciones del médico. Sean felices. Bailen. Sean positivos. Busquen la luz... está allí.

"En esta parte del tratamiento, percibo mi vida de otra manera. Veo los árboles y el sol de otra forma. Abrazo a mi esposo y a mis hijos y les digo que los amo más a menudo. Todo es más importante ahora.

"Amo mi nuevo cabello, mi nueva piel. Este es mi nuevo cuerpo, y me encanta".

 

 

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