Para Francis Escobar, el primer indicio de que podía haber un problema fue una secreción que salía de las mamas. Su médico de cabecera en Baytown Health Center le indicó una mamografía y un ultrasonido. Una segunda mamografía reveló un tumor y mediante una biopsia se le diagnosticó cáncer en estadio IV.
Lloró y trató de darle un sentido a todo aquello hasta que, por último, decidió que Dios tomara el control.
Comenzó la quimioterapia en Lyndon B. Johnson Hospital. El oncólogo le recomendó una mastectomía; pero el día de la cirugía, el sistema inmunológico estaba comprometido, por lo que se demoró la operación durante un mes.
En todo ese tiempo, el tumor se redujo y, por eso, el equipo médico decidió extirpar solamente el tumor. Luego, siguió con la radioterapia en la Smith Clinic.
En el transcurso de la enfermedad, Francis trabajaba en una taquería de 3 a.m. a 3 p.m. Dejaba su trabajo únicamente para asistir al tratamiento y volvía a trabajar. "Con la ayuda de mi cuñada, hice todo por mi cuenta. Conocí a otras mujeres que no podían cuidarse solas y me sentía mal por ellas.
"El Departamento de Oncología fue excelente conmigo. Me gustaba que mi médico hablara español. Eso me dio la posibilidad de sincerarme. Él se tomaba su tiempo para hablar conmigo".
Si bien el tratamiento terminó, regresa al LBJ cada cuatro meses para someterse a una revisión. Los miembros del personal dicen que siempre llega con una sonrisa.
Francis hizo grandes cambios en su vida. Particularmente, no da nada por seguro. "Soy agradecida cada día de mi vida", afirma. También cambió de empleo, y ya no trabaja durante 12 horas por día en lugares donde no se siente valorada. Limpia casas y tiene otros trabajos paralelos, pero tiene más tiempo para dedicarse a ella.
"El cáncer fue una experiencia que me abrió los ojos. Ahora veo mucho más que trabajo. Veo un mundo donde las mujeres sufren enfermedades. Creo que Dios me eligió para hablar con otras mujeres, para rezar con ellas. Les digo que se aferren a Dios. Ni siquiera tu familia entiende por lo que estás pasando. Dios, sí.
Agradezco estar viva".