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Perrian Myles

Perrian Myles tenía 40 años de edad cuando le diagnosticaron cáncer en la mama izquierda por primera vez. Ahora tiene 65 y no parece estar viviendo la vida con menos intensidad, pero no siempre fue así.

En 2008, una época en la que trabajaba en dos lugares, nuevamente se detectó un tumor sólido en la mama izquierda. Sabía que algo andaba mal. Después de una mamografía, un ultrasonido y una biopsia, le comunicaron que tenía cáncer otra vez. Le realizaron una mastectomía doble.

El cáncer había hecho metástasis en el cerebro, el hígado y la sangre. En el transcurso del tiempo, le realizaron dos cirugías y radioterapia para combatir el cáncer cerebral; radiación para tratar el hígado; y quimioterapia para frenar el cáncer en la sangre. Ahora la enfermedad está contenida en el torrente sanguíneo y solo tiene una mancha en el hígado.

La principal proveedora de atención de Perrian es su hija, Shani Todd. Hacen un gran equipo juntas.

Después de la segunda neurocirugía que debió atravesar, Shani dice: "Vi los milagros de Dios. Ella no podía hablar ni caminar. Estaba indefensa. Se negaba a hacer terapia física, y a pesar de eso recuperó la capacidad para hablar y caminar. Su única limitación es no poder conducir".

"Fue la voluntad de Dios", expresa Perrian. Respecto de su recuperación, está convencida de que pudo lograrlo gracias a la ayuda de Dios, al poder de las plegarias y a la "excelente atención médica" que recibió en Ben Taub Hospital y en Smith Clinic.

"Me gusta Harris Health porque contratan a las personas adecuadas que se desempeñan como personal de enfermería, médicos y proveedores de atención. Cada una de estas personas tiene una personalidad fabulosa. Es una bendición", dice.

Shani concuerda: "Los médicos y todo el personal en general fueron absolutamente maravillosos. Al principio, la prognosis no era favorable. Aquí estamos, 10 años después. No creo que hayamos podido tener los mismos resultados en cualquier otro lugar. Los médicos tienen una energía asombrosa. El trato con los pacientes es realmente bueno. Se toman su tiempo y no están nunca apurados. Se ocupan realmente".

Como proveedora de atención, Shani comprende a las personas que cuidan de sus seres queridos. "Todos los que lidian con el cáncer necesitan un grupo de apoyo. Y el grupo de apoyo necesita un grupo de apoyo. Puede ser muy abrumador. Hay tanto para tener en cuenta: todo, desde el transporte y los tratamientos hasta la atención en el hogar.

Perrian, su grupo de apoyo y su equipo médico están enfocados en mantener el cáncer acorralado. "Mi madre vivió hasta los 93", dice. "Si Dios me deja llegar a los 80, seré feliz".

 
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