Elena Madrid programó una cita para un examen médico en el Aldine Health Center en enero de 2014 para una supuesta revisión de rutina. Treinta minutos después de la mamografía, la llamaron de nuevo a la sala de examinación para volver a revisarla. La derivaron al Lyndon B. Johnson Hospital, donde le realizaron una mamografía de diagnóstico y los médicos le dijeron que tenía un tumor en la mama izquierda y necesitaba tratamiento.
La noticia fue muy difícil de escuchar. "Intento no recordarlo. Me sentí horrible. Caí en una depresión".
"No tenía ni idea", cuenta. "No sentía dolor ni ninguna molestia. Me dijeron que debía decidir si quería conservar mis mamas o no. Y dije que haría lo que fuera que los médicos consideraran mejor".
Comenzó con quimioterapia en el LBJ Hospital, primero, dos veces a la semana, y luego, una vez al mes. En mayo de 2015 se sometió a una mastectomía de la mama izquierda.
"El LBJ es excelente. Lo califico como cinco estrellas. El personal de enfermería y los médicos me trataron muy bien. Me hablaban cuando estaba ansiosa y me decían que todo estaba bajo control".
El mismo día en que Elena compartió su historia con Harris Health, su médico le dijo que ya no tenía más cáncer. "¡Sentí que me estaban dando un premio! Cuando el médico me dijo eso, quería gritar de la emoción. Me siento bendecida por haber encontrado personas [en Harris Health] que me hacen sentir mejor".
Elena es Oriunda de Honduras, pero está feliz de estar en los Estados Unidos aunque aquí no tiene familia. Ha cambiado mucho desde su diagnóstico. Se preocupa más por su salud y es más proactiva. Come más sano, más frutas y vegetales, y no consume carne roja. Y hace todo lo que sus médicos le sugieren.
Se mantiene ocupada. Le gusta coser ropa para ella y para otras personas. Además, tiene un pequeño negocio en el que vende productos hondureños a particulares. Y anima a otros pacientes con cáncer. Les dice que confíen en sus médicos y en la medicina, que han sido creados por Dios para sanar.
Elena está muy agradecida a Dios, a Harris Health, y a sus familiares y amistades.
Cuando le preguntan por su futuro, dice que ahora le parece que será mucho mejor. "Aún restan cosas buenas por venir. Quiero ayudar a otras personas que estén pasando por lo que pasé yo". Con respecto a su camino de recuperación, cuenta que "no fue fácil, pero con la ayuda de Dios, valió la pena".