Mavis Fletcher estaba por salir de vacaciones en julio de 2018 la primera vez que sintió el tumor en una de sus mamas. Dado que tenía riesgo bajo de padecer cáncer, esperó hasta volver de las vacaciones para hacer una consulta. Una vez le habían hecho un mal diagnóstico, pero se daba cuenta de que estaba creciendo y empezaba a molestarle.
En septiembre se acercó al Strawberry Health Center cerca de su casa, en Pasadena. La derivaron a la Smith Clinic para que le realizaran una mamografía y un ultrasonido. Antes de que terminara el día, estaba 98 por ciento segura de que era cáncer.
"Estaba en estado de shock", dice. "No tengo la palabra exacta. Abrumada, supongo. Soy una persona muy saludable y nadie en mi familia tiene antecedentes de haber tenido cáncer. Pero también me sentí tranquila. Estaba convencida de que lo combatiría".
Al día siguiente, se hizo una biopsia y el diagnóstico se confirmó para finales de la semana. En octubre, comenzó cinco meses y medio de quimioterapia en la Smith Clinic. En abril, le realizaron una mastectomía parcial, y una cirugía reconstructiva en el Ben Taub Hospital. Se sometió a cuatro semanas de tratamiento de radiación cerca de su casa.
Aún está en recuperación y tiene algunos efectos secundarios. Sabía que se le caería el cabello y se cubría la cabeza cuando estaba con sus nietos. También perdió las uñas, pero el efecto secundario que más la afectó fue la pérdida de energía. Vive sola y cuida de sí misma, aunque su familia cercana (cuatro hijos y dos hijos adoptivos) la visitan y le llevan comida.
Mavis se concentra en recuperarse. "Sigo todas las instrucciones de los médicos y el personal de enfermería al pie de la letra. Nunca falto a una cita. Siempre he comido de manera saludable. Ahora como mejor. Y comencé a nadar para hacer ejercicio".
Su concentración está dando frutos. Entró en etapa de remisión y está segura de que se pondrá bien. "Es importante tener una actitud positiva. Es más fácil alcanzar una meta si crees en ella".
Su equipo de atención médica influyó sobre su actitud. "He tenido una atención excelente. El recorrido en automóvil desde donde vivo, en Deer Park, hasta la Smith Clinic es bastante extenso. Pensé en cambiar de médico, pero todo el ambiente de Smith y la actitud del personal... Decidí no cambiarlo. Confió en la atención que recibo aquí. El personal me llama para ver cómo estoy. Todos son compasivos".
"Si me dieras una lista de las cosas que podrían sucederme, el cáncer de mama estaría al final. Soy una sobreviviente, pero quiero ser una triunfadora. No quiero olvidar esta época, pero tampoco quiero afligirme por ella".
Hasta hace poco, Mavis trabajaba con niños y adultos con necesidades especiales. "Esto cambia tu perspectiva. Incluso con cáncer, no puedes quejarte".