Lidiar con el cáncer fue el capítulo más escalofriante de la vida de Cynthia Butler. Ella se examinaba las mamas con regularidad; por eso, cuando se tocó un tumor y se dio cuenta de lo rápido que crecía, consultó a su médico, quién programó una mamografía y un ultrasonido. La biopsia reveló que tenía cáncer.
No era un buen momento para Cynthia. Su madre murió el día en el que ella recibió el diagnóstico. "La necesitaba a mi lado. Ella está aquí espiritualmente, pero quería que estuviera conmigo físicamente también".
Al mismo tiempo, también le diagnosticaron diabetes. Los médicos y el personal de Lyndon B. Johnson Hospital y Acres Home Health Center me ayudaron a lidiar con las dos enfermedades. No le alcanzan las palabras para hablar de las personas con las que se encontró. "Les doy 10 puntos a todos, de principio a fin. Son personas muy pero muy agradables".
La ayudaron especialmente durante los tratamientos de quimioterapia. "Quería darme por vencida, pero no lo iba a hacer. Perder mi cabello fue traumático, pero estar enferma era peor". Una vez finalizada la quimioterapia, se sometió a una cirugía en LBJ y recibió tratamientos de radiación en Smith Clinic. En la actualidad, no tiene cáncer.
Si bien hubo otros casos de cáncer en la familia, Cynthia es la primera que tiene cáncer de mama. "Le puede pasar a cualquiera, independientemente de la edad", les dice a otras mujeres. "Cuídense. Sean fuertes. Vean al médico. Cuento con un buen sistema de apoyo y tengo fe".
El mayor apoyo y la principal proveedora de atención de Cynthia fue Tiberia, su nieta de 31 años de edad. "Ella fue mi inspiración. Tiene necesidades especiales y cuido de ella. No quería que me viera rendirme". Las dos mujeres cambiaron los roles durante el tratamiento de Cynthia. "Tiberia me cuidó de una manera increíble. Pensé que no se podía amar más a una persona, pero se puede".
"Cuando quería rendirme, trataba de recordar que Dios no nos carga con más peso del que podemos soportar. Dios me dio fuerzas. Me preocupo por mi salud un poco más que antes. Estoy muy atenta a las señales mi cuerpo, y me pregunto si el cáncer volverá. A pesar de eso, disfruto de la vida más que nunca. Me siento bien, y espero poder seguir así. Consumo comida saludable. Paso mucho tiempo con mis sobrinos nietos. ¿Y quién sabe? Tal vez algún día tenga nietos para malcriar".