Denitra Ferguson es una mujer que se ocupa de todas las personas que yacen a su alrededor. El cáncer le enseñó a cuidar de sí misma. Denitra goza de buena salud, hace actividad física con regularidad, consume comida saludable y tiene fe y una actitud positiva en cuanto al diagnóstico y el tratamiento.
En 2015, cuando se detectó un tumor en la mama izquierda, pensó que probablemente se trataba de un quiste propio de un desequilibrio hormonal. Si bien siempre acudía a un centro médico para que le realizaran la mamografía anual, consultó a su médico de cabecera en Aldine Health Center y él la derivó a Smith Clinic para un ultrasonido y una biopsia.
Denitra dice: "Cuando escuché el diagnóstico, pregunté con calma: '¿Cuál es el siguiente paso?'. Luego me fui a mi casa a llorar".
"Soy una hija de Dios, y eso me permite seguir adelante. Les pedí a mis tres hijos que fueran fuertes. Mi madre me recordaba que yo debía conservar la esperanza y confiar en Dios. Así lo hice. Tenía miedo, pero seguí adelante; y compartía mi actitud positiva con las mujeres que conocí en el transcurso del tratamiento".
Denitra comenzó un tratamiento de cinco meses de quimioterapia en Lyndon B. Johnson Hospital. Optó por la alternativa de una mastectomía doble para aliviar el temor a tener una recidiva del cáncer de mama. Luego le realizaron una cirugía reconstructiva.
"En LBJ recibí una atención médica excepcional... la mejor. Recuerdo cuando pensaba si el tratamiento se terminaría alguna vez. Finalmente terminó. Ahora disfruto mi vida día a día. Me aferro a la vida y al amor, al amor y al amor".
"Tengo 50 años de edad, y siento que estoy en mi mejor momento. Recuperé mi salud. No tengo cáncer".
¿Qué consejo tiene Denitra para las demás mujeres que emprenden esta experiencia de supervivencia? "Mantengan una actitud positiva. No busquen demasiada información en Internet. Aférrense a un buen sistema de apoyo. Mantengan la fe. Tómense un tiempo para ustedes. Lleven una vida más tranquila. Hagan lo que puedan, y dejen el resto para el día siguiente".
Ella afirma que contó con el mejor sistema de apoyo: sus hijos (de 34, 25 y 20 años de edad), su prometido, su madre, su familia y una querida amiga. "Ellos saben que me obsesiona tener la casa limpia. Y mantienen mi casa impecable".
Como estilista en su propio salón de belleza, Denitra les recuerda a las mujeres que son hermosas con cabello o sin él. Las incentiva para que controlen su salud rigurosamente. Y si el cáncer se entromete en sus vidas: si tenemos fe como un grano de mostaza, hay esperanza al final del túnel.