Cuando a Freda White le diagnosticaron mastopatía fibroquística poco después de los 20 años de edad, tomó conciencia sobre los autoexámenes mamarios. Su toma de conciencia valió la pena cuando se detectó algo sospechoso que resultó ser un cáncer de gran malignidad en estadio I.
"Tuve cáncer de mama poco después de los 30 años de edad, y siento que estuve lidiando con el cáncer desde ese entonces", dice hoy, a los 62 años de edad. "Nunca me pregunté: '¿Por qué a mí?'. Pienso: '¿por qué a mí no?'".
Freda tiene síndrome de Li-Fraumeni, un raro trastorno genético hereditario que aumenta en gran medida el riesgo de padecer cáncer. Hace 10 años, acudió a Harris Health System para recibir atención médica; y al igual que su toma de conciencia, esta visita también valió la pena. Le diagnosticaron cáncer de cuello uterino. "El cáncer tuvo una detección temprana gracias a la excelente asistencia sanitaria de Harris Health", dice.
El médico de cabecera y los especialistas en Smith Clinic están atentos a todo cambio que pueda haber en su organismo. Además de contar con una ginecóloga y una oncóloga, tiene otras afecciones que requieren la atención médica de un gastroenterólogo, un neurólogo y un hematólogo. "Afortunadamente, los médicos se comunican entre ellos", comenta.
Freda es muy objetiva respecto del cáncer. "Si voy a vivir hasta los 99, tal como planeo hacer, sé que probablemente tenga que volver a lidiar con la enfermedad. Mi equipo médico me brinda un gran apoyo emocional".
Freda mantiene una actitud activa en el equipo médico y alienta a las mujeres para que se involucren en el cuidado de la salud. "Si escuchas a tu cuerpo, puedes darte cuenta si algo anda mal. El cáncer me enseñó a mantenerme saludable. La detección temprana y el tratamiento son la mejor cura. Vean a los médicos con regularidad y continúen con el seguimiento. Harris Health cuenta con algunos de los mejores médicos de la ciudad, que van más allá del tratamiento. Aprovechen la atención que se ofrece aquí".
Ella comparte su experiencia con el grupo de apoyo oncológico, y también es defensora de la prevención contra el cáncer de mama. El personal la contacta con nuevas pacientes, y ella actúa como consejera durante el tratamiento. Cuando se encuentra con otras sobrevivientes, Freda está siempre lista para detenerse, escuchar y ofrecer una palabra de aliento y un abrazo.