Afortunadamente, se actuó con rapidez cuando Luz Corina Ramirez se detectó un tumor en la mama en diciembre de 2015. Consultó inmediatamente a su médico de cabecera en Strawberry Health Center, quien la derivó a Smith Clinic para que le realizaran exámenes de diagnóstico. En solamente una tarde, se sometió a una mamografía, un ultrasonido y una biopsia. Tenía cáncer de mama de gran malignidad y rápido crecimiento.
"Estaba totalmente desolada", recuerda. "Había perdido a mi madre, mi mejor amiga, en abril, y mi hija estaba embarazada. No quería arruinar las fiestas; por eso, no conté nada hasta después de Navidad".
A comienzos del año siguiente, inició la quimioterapia, que duró seis meses, en Lyndon B. Johnson Hospital; le realizaron una mastectomía de la mama izquierda a fines de junio; y realizó un tratamiento de radiación durante tres meses en Smith Clinic.
Cuando su hija, Susana Corina, tuvo a Luz Mia, Luz encontró una nueva razón para sobrevivir. "Quería tener la oportunidad de ver crecer a la bebé", dice.
Luz Corina es asistente social. Se dedica a la salud comunitaria, y su experiencia incluye ocho años de trabajo en Ben Taub Hospital. "Pasé mi vida profesional resolviendo los problemas de mis clientes, pero ahora es difícil enfrentar mi propio problema. Estaba realmente agradecida porque tenía una segunda oportunidad; no obstante, estaba atemorizada y deprimida". El personal terapéutico de Harris Health fue una gran ayuda.
"Tienes que estar en estos zapatos para comprender la situación. Es fácil juzgar y dar consejos. Es muy difícil atravesar el tratamiento, desde todos los puntos de vista: emocional, psicológico, económico y físico; pero es posible. Se hace paso a paso... día a día. Como pacientes, debemos hacer nuestra tarea; y los profesionales, la suya. Se necesita fe, esperanza y fuerza".
"Durante toda mi vida me dediqué a dar. Cuando me tocó a mí, fue duro pedir ayuda. Aprendí a pedir. Y las personas comenzaron a darme su ayuda. Dios puso ángeles en mi vida".
"Me siento feliz y bendecida. Cumplí un objetivo difícil: sobreviví. Cuando me sentía mal y no tenía ganas de ir a las sesiones del tratamiento, iba de todas maneras, porque me había prometido a mí misma que bailaría en la boda de mi nieta.
Luz decidió realizar el tratamiento en Harris Health porque "mi hija quería lo mejor para mí. El personal estuvo conmigo al 200 por ciento. Desde el fondo de mi corazón, sé que recibí la mejor atención médica posible".