Margarita Saenz nunca pensó que algo podía estar mal. Tenía 48 años de edad cuando la revisión anual del año pasado reveló un cáncer de mama. Una mamografía sospechosa dio lugar a un ultrasonido. Luego, una biopsia reveló que tenía cáncer en estadio III en la mama derecha y en los ganglios linfáticos. Hasta que supo que el cáncer que tenía es genético.
Su tratamiento incluyó quimioterapia, una mastectomía bilateral, nuevas sesiones quimioterapia y radioterapia.
Además del componente genético de la enfermedad, Margarita corría el riesgo de padecer cáncer de tiroides, páncreas, mama u ovario. Al saber esto, determinó que le extirparan las dos mamas y decidió programar una cirugía para que le extirparan los ovarios una vez finalizado el tratamiento. En mayo de 2017, los médicos descubrieron que padecía de cáncer de tiroides y le realizaron otra cirugía.
Todas las pruebas, los tratamientos y las cirugías se realizaron en Smith Clinic y en Ben Taub Hospital. "La atención que recibí fue maravillosa", dice. "Agradezco a todos aquellos que se cruzaron en mi camino. Se preocuparon por mí. Desde el personal de seguridad hasta los enfermeros: nunca vi preocupación en sus rostros.
Les digo a los demás pacientes que el cáncer no es el fin del mundo. Tengan fe; incluso tengan fe en los médicos. Realicen todos los tratamientos. No tengan miedo".
Margarita agradece a su familia y a sus amigos de la iglesia por todo el apoyo recibido. Su fe la mantiene de pie. "Me mantengo ocupada y no tengo tiempo para pensar en la enfermedad. El cáncer me enseñó que soy una luchadora. Soy una mujer muy fuerte, y puedo hacer todo lo que quiero".
¿Qué es lo que quiere? "Continuar viviendo". Si bien se tomó una licencia para cuidar de su salud, espera con ansias volver a trabajar y hacer las cosas que tanto ama: viajar, bailar, ir de compras, pasar buenos momentos en la playa e ir a la iglesia. "¡Quiero disfrutar de la vida al máximo!".
También desea compartir su experiencia y sabiduría con otras mujeres. Las incentiva para que se sometan a una revisión con regularidad y mantengan una actitud positiva. "Mi versículo favorito de la Biblia dice: 'Todo lo puedo en Cristo que me fortalece'. Les digo a las mujeres que deben ser fuertes. Sigan luchando. No se den por vencidas.
"Los últimos 12 meses pasaron muy rápido. Aún no he terminado".