Michael Booker fue un conductor cauto durante toda su carrera en la ciudad de Houston, e incluso después de jubilarse. Pero, sin importar lo cuidadoso que fuera, no podía controlar a los demás conductores. Eso se hizo dolorosamente obvio cuando, en marzo de 2018, un hombre con un grado de alcohol en sangre de 1.67 que conducía a 70 mph en una zona residencial no respetó una señal de detención y cruzó unas vías ferroviarias sin frenar. Michael se despertó en Lyndon B. Johnson Hospital; el conductor alcoholizado despertó en la cárcel.
Michael tuvo la clavícula y 10 costillas fracturadas. "Cada vez que apretaba un botón, el personal de enfermería se acercaba a ayudarme. Los fisioterapeutas me enseñaron a lidiar con mis lesiones en casa", cuenta sobre sus cuatro días en el LBJ. Programaron el comienzo de la fisioterapia ambulatoria poco después del alta médica, y él esperaba con ansias su recuperación completa.
Luego, solo unos días más tarde, mostró signos de un derrame cerebral y lo trasladaron de inmediato a Ben Taub Hospital. "No perdieron tiempo y realizaron todas las pruebas imaginables. Gracias a Dios que lo hicieron. Mi madre murió de un derrame cerebral y siempre tuve miedo de que también me pasara a mí", comenta. Los médicos le dijeron que era probable que el estrés del accidente hubiera provocado los síntomas.
Una vez que pasó el susto, Michael comenzó fisioterapia e hizo cambios en su vida. Se mudó de un apartamento en un tercer piso a la planta baja. Comenzó a buscar un empleo que no involucrara conducir. No solo le sigue provocando molestias la clavícula, sino que todavía se siente muy desconfiado al volante. "Trabajo desde los 16 años. Esta es la primera vez que no trabajo, y es difícil".
"También es duro aceptar ayuda cuando se está acostumbrado a darla. El accidente me volvió todavía más cuidadoso de lo que era. Uno debe prestar atención, ya sea que esté conduciendo o caminando, para tener cuidado con los conductores. Pueden estar ebrios o usando el teléfono celular. Hay que tener cuidado".
En el transcurso de dos semanas, Michael conoció dos de los hospitales de Harris Health System y ambos le parecieron "excelentes".
Agrega: "Personal de LBJ y Ben Taub: continúen haciendo lo que hacen. Están haciendo un buen trabajo. Valoro todo lo que hicieron por mí".