Los huracanes y otros fenómenos climáticos violentos, la amenaza de una gripe pandémica, como la gripe aviaria (H5N1) o la gripe porcina (H1N1), y los ataques terroristas en suelo estadounidense están cambiando nuestra forma de pensar y actuar, y nos obliga a prepararnos para emergencias comunitarias.
En el caso de un desastre o una situación de emergencia, la preparación es responsabilidad de todos. Sin embargo, la preparación no se puede dejar para el último minuto. Existen varias medidas que usted debe tomar con anticipación a fin de prepararse para cualquier tipo de posible desastre, ya sea natural o provocado por el hombre. Entre esas medidas, se incluyen las siguientes:
1. Esté siempre informado.
Conocer los tipos de desastres o de situaciones de emergencia que pueden afectarlo y saber qué medida específica debe tomar antes, durante o después de dichos desastres o situaciones de emergencia es una parte importante de la preparación, y puede marcar la diferencia cuando no hay tiempo que perder.
2. Prepare un kit.
No permita que la situación lo tome por sorpresa. Tómese el tiempo para reunir los suministros necesarios para usted y su familia a fin de sobrevivir ante cualquier tipo de desastre.
3. Elabore un plan.
Además, tómese el tiempo para elaborar un plan familiar y uno comercial, según corresponda. Asegúrese de que todas las personas de su entorno sepan qué hacer, adónde ir y cómo comunicarse. Tenga en cuenta las necesidades y las situaciones especiales. No se olvide de sus mascotas.
Plan familiar (ready.gov)
Mascotas (ready.gov)
4. Involúcrese.
Sea un miembro activo de su comunidad y ayude a la policía local, al departamento de bomberos y a las instalaciones de asistencia sanitaria. Promueva la participación en las iniciativas del grupo de trabajo de Seguridad Nacional en su comunidad. Colabore con vecinos y funcionarios de la ciudad para preparar mejor a nuestras comunidades a fin de prevenir ataques terroristas y prepararse para los huracanes.
Estas medidas sencillas lo ayudarán a usted y a su familia a estar mejor preparados para lo inesperado.