Priscilla Bright recuerda bien el día en que recibió su diagnóstico de cáncer de mama. Fue en su cumpleaños de 2014.
En junio de 2012, Angela Bryan se detectó un tumor pequeño debajo de la mama derecha. Se convenció de que el tumor se debía a la picadura de un insecto. Después de todo, caminaba mucho y pasaba tiempo al aire libre en el parque con su nieto. El pequeño tumor no había desaparecido después de un mes, pero no quería preocupar a su familia. Más tarde, no quiso arruinar las fiestas. En mayo de 2013, se quedó sin excusas.
Para Francis Escobar, el primer indicio de que podía haber un problema fue una secreción que salía de las mamas. Su médico de cabecera en Baytown Health Center le indicó una mamografía y un ultrasonido. Una segunda mamografía reveló un tumor y mediante una biopsia se le diagnosticó cáncer en estadio IV.
Cuarenta días después de dar a luz a su hija, Paula Galdamez, se tocó un tumor en la mama. Ella y su médico pensaron que se debía a una complicación producto de la lactancia materna. Cuando su hija cumplió 16 meses de edad, una biopsia reveló un cáncer de mama en estadio IV. Eso fue en octubre de 2016. Dos semanas más tarde, comenzó la quimioterapia.
Dora Gil tenía solo 32 años de edad cuando le diagnosticaron cáncer de mama en estadio III por primera vez. Si bien vivía en Guatemala, tomó la decisión de venir a Houston para buscar una segunda opinión. Durante años, voló hasta Houston desde su país natal para tratar las recidivas de la enfermedad.
Posiblemente, un accidente automovilístico salvó la vida de Norma Mendez. Los médicos del servicio de emergencias le indicaron una imagen por resonancia magnética, la cual mostró tumores. Fue a ver a su médico de cabecera de Harris Health System, y él la derivó para que le realizaran una mamografía y un ultrasonido. Tenía cáncer en estadio III en la mama derecha.